Por los arenales marítimos, buscábamos al
Lirio de mar, al también llamado Azucena marina o Nardo marino. Esto sucedía al
amanecer, en la Bahía de Pollensa. Tras sus blancas flores colocábamos las
cámaras, tratando de sacar algo bello de esta inmaculada campana, mecida por la
brisa. En sus detalles íntimos me detuve, como también en los caracoles chicos,
que en sus hojas permanecían adormecidos.
Caracoles chicos,Theba
pisana (posiblemente). Bahía de Pollensa. 2013.
Canon Eos 40D, EF 100 mm Macro, 1/200, F/6.3, 320 ISO.
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